Sergio marca un ritmo constante en la batería. Siempre había soñado en convertirse en percusionista, así que se puso a practicar para convertirse en un baterista. Su inspiración para tomar sus palillos y comenzar a crear ritmos fue el precepto “Florece y Prospera” de El Camino a la Felicidad.

Lee El Camino a la Felicidad, el primer código moral basado totalmente en el sentido común, uno que puede ser seguido por cualquiera, de cualquier raza, color o credo. Traducido en más de 110 idiomas.

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